El DSM-IV aclara que no se trata de una psicosis pero que los síntomas si se encuadran dentro de los “Trastornos del estado de ánimo”. Se trataría así de síntomas hipomaníacos o depresivos alternados, o mixtos, que presentan un malestar y deterioro significativos tanto en lo social, laboral, como de otras áreas de la vida cotidiana de la persona.
Según la Psiquiatría es un padecimiento crónico, psiquiátrico y neurológico. En el que el funcionamiento mental se ve afectado según la siguiente explicación: el cerebro funciona mediante una serie de sustancias químicas llamadas neurotransmisores por lo que sería en el paso de la información bioquímica en donde se encontraría la alteración provocando el desequilibrio del funcionamiento cerebral.
Desde el punto de vista de la Psicología se considera que hay una asociación entre la vida mental, los sentimientos y las emociones participando en ello las fantasías inconscientes, recuerdos y experiencias pasadas reprimidas y factores actuales que pueden estar interviniendo en el emerger de lo sintomático.
Este estado se caracteriza fundamentalmente por tener periodos de manía y periodos de depresión. En el estado maniaco la persona parece estar muy desbordada en sus deseos de hacer cosas, se tiende al descontrol en gastos, habla rápido; también puede haber una desorganización en los hábitos del sueño y alimentación.
En el período de depresión, se observan las siguientes manifestaciones: falta de motivación, inseguridad y temor, sensación de desesperanza, falta de proyectos, con ausencia de sentido de la existencia que puede darse como una sensación de vacío.
Sigmund Freud trato de descubrir porque estos pacientes eran poco felices en sus vínculos, con tendencia a menospreciarse y auto culparse de todo error posible en las circunstancias normales de la vida. Desde el psicoanálisis el trastorno bipolar es el resultado de un conflicto que tiene que ver con la hostilidad reprimida. En estados graves se presentan como un apartamiento de la vida sin posibilidad de conexión, por lo que la Transferencia desde el Psicoanálisis indispensable para su resolución, no tiene lugar o se vuelve muy difícil.
En nuevos enfoques como por ejemplo la Terapia Cognitiva del Doctor Aarón Beck consideraría que las personas deprimidas poseen ciertos patrones de conducta que enturbian su vida cotidiana al punto de volvérsele intolerable su vivir diario. Interpretan estos especialistas que la persona desarrolla esquemas automáticos de pensamientos negativos.
El disturbio bipolar comienza generalmente en la adolescencia o la temprana edad de la adultez, aunque puede comenzar a veces durante la niñez temprana o tan tarde como los 40 o 50 años.
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